martes

LA CONSTRUCCION DE IMPULSORES ECOLOGICOS

 

NUESTRA VISION

 

La dinámica de la economía obliga al consumo creciente de necrofósiles  por mucho tiempo todavía,  lo cual complicará más la situación de desastre climatológico. Por ello se hace necesario construir impulsores (emprendimientos que se replican y que generar otros con la misma dirección) que protejan cada vez con mayor alcance la Bioesfera.

 


¿Cuánto vale un ruiseñor?

Silvio Funtowicz y Jerome R. Ravetz se hacen esta pregunta. La respuesta es imposible en un esquema de mercado, ya que aunque los ruiseñores han sido considerados mercancías, hoy nos preocupamos por la biodiversidad. Un cambio de paradigma se impone para considerar lo que algunos den

ominan “economía ambiental”.

Los impactos ambientales son de tal complejidad, magnitud, y efecto devastador, que necesitamos una nueva epistemología como fundamento de una Ciencia y Técnica que esté al servicio del cuidado de la Bioesfera, y no que suponga que los esquema productivos no amigables con ella puedan ser aceptados como inevitables o irremplazables porque generarían costos muy altos. En resumen, las consideraciones de costos, deben tomar en cuenta los impactos ambientales, de cualquier proyecto.

Los emprendimientos actuales deben mejorar los recursos naturales, en lugar de agotarlos y contaminarlos. Así los recursos naturales contaminados deben ser rescatados, y pres

ervar de toda posible contaminación futura a los pocos que quedan enteros.

 

El cambio climatológico en su aspecto siniestro

Sir Nicholas Stern, autor del Informe Stern sobre la economía del cambio climático (Stern Review on the Economics of Climate Change’, advierte:

Nuestras acciones en las décadas inmediatamente venideras pueden implicar el riesgo de una disrupción de la actividad económica y social durante el resto de este siglo y el siguiente, de una escala parecida a la de las grandes guerras y la Gran Depresión.”

El efecto Katrina en New Orleáns, el Tsunami en el Océano Indico, son hitos que indican que los tiempos se han acelerado y que nos toca a nosotros empezar a construir emprendimientos que tengan en cuenta como reconstruir un planeta herido. Abarcamos en esta consideración a nosotros los seres humanos postergados por siglos en el ejercicio de la plenitud de nuestros derechos.

Además de los desastres naturales y humanitarios implicados, la economía sufrirá. Según Stern habrá una gran recesión de larga duración, que tememos ya haya empezado.

Según Olduvai, un indicio del colapso serían continuos apagones de electricidad. Podemos recordar la seguidilla de apagones de grandes ciudades que nos están afectando en la actualidad o las restricciones en el uso de la energía a las que los gobiernos deben recurrir.

Sin electricidad, volvemos a la Edad de Piedra. La generación de electricidad depende principalmente del consumo del petróleo, y se estima que el 42% del consumo mundial de petróleo tiene ese fin.


Economía adicta a los necrofósiles

Denominamos a los combustibles fósiles como necrofósiles a fin de enfatizar su origen y la consecuencia de uso. Tomemos como ejemplo de la adicción de la economía a los necrofósiles los siguientes datos:

 

*      Durante 1971-2000 ha habido un incremento del 81% en el consumo de energía primaria.

 

*      Tomando el año 2000: el 79,5 % de la energía primaria consumida consistió en la destrucción de carbón, petróleo y gas.

 

*      La emisión pasó de 15667 metros cúbicos en 1973 a 23444 metros cúbidos en 2000.

 

*      Las previsiones de la voracidad energética son más altas todavía para las décadas futuras.

 

NUESTRO APORTE

 

*      Desarrollamos proyectos de generación de energías alternativas, desde el diseño, evaluación técnica, económica y financiera, puesta en funcionamiento y gerenciamiento de los servicios que puedan producirse.

 

*      Llevamos a cabo la producción de biocombustible sin consumo de materias primas destinadas al consumo humano.

 

*      Implementamos tecnologías y gestión para el recupero de recursos naturales como suelo, agua, etc.

No hay comentarios: